martes, 27 de mayo de 2008

DOBLE MORAL

DOBLE MORAL
Por: Israel Sánchez Zamora

El otro día escuchaba las declaraciones del presidente de los Estados Unidos (George W. Bush) respecto a Cuba, y a su vez posteriormente escuché la respuesta que de las mismas hizo Felipe Pérez Roque Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.

Y si no fuera por que personajes como estos dos me han quitado mi capacidad de asombro, me hubiera sorprendido que con la mano en la cintura ellos hablen de derechos humanos, libertad, respeto, etc. Cuando ambos son representantes de regímenes que han violado los derechos humanos, ya sea de sus ciudadanos, o de los ciudadanos de otros pueblos.

Y entonces recordé que hace un par de semanas una cubana fue galardonada con el premio Ortega y Gasset de Periodismo (Yoani Sánchez por su blog Generación Y) en la categoría de periodismo digital, y decidí echarle un vistazo.

Y leyendo su blog, me percaté, que por desgracia no narra nada que le sea ajeno a miles o millones de personas en los pueblos latinoamericanos, esas historias de pobreza, represión, explotación, exclusión.

Que quizás ella y los cubanos tienen el aliciente de que cada vez más países a nivel mundial reconocen las violaciones a sus derechos humanos bajo el régimen cubano como es en la actualidad.

Pero que muchos pobladores de Latinoamérica no tienen ni siquiera ese consuelo, por que viven en “libertad”, esa libertad que dan las “democracias”, que probablemente para muchos sea la casi esclavitud o muerte en libertad. “NO TE PREOCUPES SI NO TIENES: TRABAJO, DINERO, SERVICIO MÉDICO, VIVIENDA, SI VIVES EN LA INSEGURIDAD, EN LA INCERTIDUMBRE; NO TE PREOCUPES SI TUS POLÍTICOS Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO TE REPRESENTAN REALMENTE, ¡PUEDES VOTAR, VIVES EN DEMOCRACIA, QUE MÁS QUIERES!”.

No se dan cuenta, o si se dan, no les importa que “después de la votación”, después de lo que algunos llaman “La Fiesta de la Democracia”, pasa lo que escribió Joan Manuel Serrat en su canción “Fiesta”:

“… vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas. …”.

Votamos, ¡SI!, pero para que todo sigua igual (o seguramente peor), lo único que hacemos es legitimar el “status quo”.

Y me encontraba pensando todo esto cuando la ví a ella, se llama Lupita (bueno más bien se llama Guadalupe, pero todos le decimos Lupita).

Lupita hace la limpieza en el edificio donde trabajo. Entra a trabajar a las 06:30 de la mañana. y sale a las 21:30 hrs. Trabaja de lunes a sábado, el sábado entra a las 07:30 de la mañana y sale a las 17:30 hrs. Y por trabajar dos turnos con el horario antes mencionados gana la fabulosa cantidad de $2,200.00 m/n. a la quincena, es decir $4, 400.00 m/n. al mes.

¿Qué les puedo contar de Lupita?

Pues les puedo contar que a pesar de matarse trabajando todo el día por sueldo tan mísero, de tenerse que levantar a las 04:00 de la mañana para llegar a tiempo y que no le descuenten de su magro sueldo, es alguien que refleja todavía pureza en su mirada y su sonrisa, alguien que seguramente es feliz con las cosas simples de la vida, que no comprende el por que su hermana ha sido acosada por las religiosas en la casa de asistencia a madres solteras donde trabaja, desde que se enteraron que está embarazada (vaya ironía ¿no?). ¡Como decirle! que muchas veces esas madres de la iglesia, carecen precisamente de lo que su nombre indica.

Pero me pongo a pensar ¿a quién le interesa la historia de lupita? Y de todas las lupitas que abundan en Latinoamérica. ¡Si su gobernante hoy no se llama Fidel o Raúl Castro, o Hugo Chávez!. ¡Si hoy los Estados Unidos no lo ha declarado enemigo de la democracia!.

¿A quién le importa? que ella gane sólo $4, 400.00 m/n al mes (muchos dirán ¡que diga que tiene trabajo y gana algo!).

¿A quién le importa? Que se tenga que levantar diario a las 04:00 de la mañana.

¿A quién le importa? que su hermana por haberse embarazado sea víctima del acoso de las monjas en su trabajo.

¿A quién le importa? Que ella sea una buena persona, honrada, trabajadora.

¿A QUIÉN LE IMPORTA?.

¡SÍ! … es verdad, a lupita le importa.

Es cuanto.

jueves, 22 de mayo de 2008

JUEGO DE GENTES



JUEGO DE GENTES
Esto es un juego... mira la foto y a ver si encuentras a los siguientes personajes:


  • El mendigo y el millonario
  • El ladrón y el policía
  • El político de izquierda y el de derecha
  • El premio Nóbel y el analfabeto
  • El aficionado del América y el de las Chivas o Pumas
  • El foráneo y el nativo
  • El abusivo y el que tiende la mano
  • El creyente y el agnóstico
  • El cobarde y el héroe
  • El famoso y el desconocido
  • El judío y el palestino
  • El tímido y el sinvergüenza
  • El homosexual y el heterosexual
  • Tú y yo... .

miércoles, 14 de mayo de 2008

LA RENOVACIÓN QUE VIENE

LA RENOVACIÓN QUE VIENE
Por: Israel Sánchez Zamora

Les voy a contar una historia sencilla, es acerca de “La Renovación que Viene”. ¡Sí! de esa que se viene formando desde hace tiempo, que parecía una pequeña bola de nieve pero que más tarde o más temprano va a provocar ¡la gran avalancha!. Por que no la quieren ver y por ende entender y atender, pero no por negar su existencia se va a evaporar ¡como muchos quisieran!.

La renovación que viene esta formada de descontento, de desesperanza, de inconformidad, de corrupción, de prepotencia, de injusticia, de incapacidad, de despotismo, de ignorancia, de desigualdad, de inequidad, de estancamiento; de preparación, de altura, de anhelos, de expectativas, de capacidad, de instrucción, de educación, de inteligencia, de carácter, de cultura, de miras.

¿Qué no hay nada allá afuera?, ¿qué tú no la puedes ver?. Fíjate bien, ¿ves a esos viejitos? que tienen que recibir una pensión como una dádiva, por que su sueldo no les alcanzo para ahorrar, apenas les alcanzo para sobrevivir; ¿ves a esa pareja? que tiene años planeando su boda, ¡pero la situación está muy dura! ¿dónde van a vivir?, ¿en qué van a trabajar?, ¿cómo van a mantener a sus hijos?; ¿ves a esos chavos de ahí? ¡sí, ellos! los vendedores ambulantes, les dijeron que si estudiaban tendrían un trabajo mejor que el que tuvieron sus papas y la posibilidad de salir adelante si le echaban ganas ... ¡y,… ya ves!; y ¿esos otros de allá? ¡sí! los que están viendo ese carro bonito pasar, pero que saben no lo pueden comprar, pues el changarro no da más ¡que para medio tragar!. ¿No ves a ese hombre que no puede llevar a su hijo con un doctor mejor por que no le alcanza?; o ¿ese otro tratando de cruzar la frontera?, ¿no has oído de los mojados que encuentran muertos casi todos los días en los desiertos de Estados Unidos o los que mueren en el río en su intento por cruzar?; ¿no ves a Zacatecas o Guanajuato despoblándose?; ¿qué? no sabes como han subido las remesas que envían los paisanos de los Estados Unidos y que tanto enorgullecen al gobierno; ¿no me digas que no notas a esos indígenas siempre olvidados?.

¿No ves a los maras y a las muertas de Juárez?; ¿no ves el control de los narcos y sus matanzas?; ¿no ves como va creciendo la violencia familiar y su desunión?. ¿No será que la gente ya está cansada y empieza a manifestarse aunque sea de estas formas?, ¿no será que ese hartazgo interno va en vías de explotar?.

¿No ves? como la gente ya ¡esta harta!, ¡esta fastidiada!, que ya las palabras no le bastan, que los jóvenes ven como se les cierran los caminos, los espacios, ¡que no tienen empleo!, ¡que no hay movilidad social!. Que aquello a lo cual legítimamente tienen que aspirar por haberse preparado, les esta vedado o prácticamente vedado; vivir mejor, tener familia, vivir en un lugar digno, tener un patrimonio, tener seguridad, estabilidad económica, social y laboral.

Que muchas veces no pueden hacer las cosas más elementales como salir a divertirse con sus amigos, familias, con sus novias. ¿Cómo pensar en eso? si en el mejor de los casos apenas tienen para sobrevivir indignamente. ¿Cómo pensar en mejorar la calidad de vida, la condición social?, si los que tienen el poder sólo se sirven de el y se han vuelto una camarilla que no permite el ascenso de nadie, más que de los suyos.

¡Quien piense! que este país se puede gobernar con las formas pasadas ¡está equivocado!. La única forma pasada de gobernar es la de dar empleos, permitir la movilidad social, crear un país en el cual si se trabaja se pueda tener una vida mejor, en el cual se tengan oportunidades, en el que se sepa que si tenemos hijos, si ellos se preparan no van a tener las puertas cerradas y van a poder aspirar a algo mejor si legítimamente se preparan y trabajan para ello. ¡Como se supone que debe ocurrir con nosotros!.

¡La renovación que viene! la va a hacer toda esa gente que esta harta de esperar, que esta harta de los changarros, de los políticos y empresarios de siempre, de los mismos discursos y promesas, de los malos servicios; que sabe que merece más, que quiere que sus hijos sean más ¡que vendedores ambulantes!; que van a ver un carro y lo van a querer, que van a querer una casa digna y no se van a conformar a que este fuera de su alcance ¡aún! por mucho que trabajen; que van a querer mandar a sus hijos a buenas escuelas como lo hace Calderón o Creel, Obrador o Cárdenas, Salinas o Zedillo. Tener un patrimonio, seguridad, expectativas como ellos y sus familias. Que quieren una casa mejor, ropa mejor, poder ahorrar, poder viajar, poder pasear; que esta harta de matarse trabajando por sueldos míseros, de no poder estar con su familia, de no salir con ella, de que no le alcanza nunca por mucho que trabaje.
¡La renovación que viene! la va a hacer ese paisano que mañana, ya no se va a querer ir a jugar la vida cruzando un desierto, por que va a entender que los que se tienen que ir son los que no supieron gobernar, crear empleos y cumplir con la misión que se les encomendó.

Esa gente que sabe que tiene derecho a aspirar y pedir cosas mejores, por que por ello trabajaron y se prepararon, que están hartos de ver como otros pocos se enriquecen en su perjuicio, y que para ellos las cosas cada vez ¡estén peor!, de tener que irse de su país. Aquellos que aspiran a más y no van a dejar que les cierren el camino y las expectativas.

¿Todavía no la ves?, pues que lástima por ti, ¡por que ésa! es la gente que va a hacer ¡La Renovación que Viene!