“No existe
amor a la camiseta…ya no hay camisetas para sudar, para honrar: son solo
camisetas de trabajo, para cumplir una obligación y punto. Pero no todo está
perdido…”
“Cuentos de
futbol”, Aldyr García Schlee.
POLÍTICA, FUTBOL Y LA
CRUELDAD HUMANA
(LECCIONES DE VIDA
TAMBIÉN ¿POR QUÉ NO?)
Por: Israel Sánchez Zamora
El futbol
es sin lugar a dudas el deporte más popular en la actualidad, alrededor del
cual se tejen infinidad de intereses, esperanzas, mitos, luchas de poder,
corrupción, …historias humanas.
Algunos
dicen que es el gran distractor, ¡probablemente!. Aunque quien se quiere
distraer, con cualquier cosa lo hace.
Y sin
embargo nadie puede negar su poder, su influencia, ni siquiera los que lo miran
con aire desdeñoso.
En lo
personal tengo que admitir que me sigue gustando el futbol, tal vez menos que
cuando era niño, pero me sigue emocionando sin lugar a dudas.
Por eso me
importa una pura y dos con sal lo que las buenas y superiores conciencias
opinen de él. Pero tengo que aceptar que si me gustaba más de chico, era seguramente
porque lo veía con mayor inocencia. Cuando estás chico lo único que importa es
jugar, divertirte y ganar; que cuando ves un partido tu equipo gane, no importa
nada más, ni la FIFA, ni el racismo, ni los directivos, ni lo que opinen los
demás, ni nada.
Sin embargo
un día el juego deja de ser un simple juego y ahí pasan cosas tristes, pero
también cosas maravillosas.
La
injerencia de la política, o de los políticos en el futbol es clara. Incluye
ejemplos como Benito Mussolini y la selección de Italia campeona de los
mundiales de los años 1934 y 1938.
Algunas de
las historias que uno puede encontrar al respecto del mundial de 1934 señalan
que:
“Una vez conseguida la celebración
del mundial en Italia, Mussolini se dirigiría a Giorgio Vaccaro, presidente de la Federación Italiana de Fútbol y
miembro del Comité Olímpico Italiano, de la siguiente manera:
—No sé cómo hará, pero Italia debe
ganar este campeonato.
—Haremos todo lo posible…
—No me ha comprendido bien general…
Italia debe ganar este Mundial. Es una orden.”
Y
¡ganaron!.
Que para el
mundial de 1938 Mussolini envió un telegrama al entrenador italiano Vittorio
Pozzo, cuyo contenido era de sólo tres de palabras: "Vencer o morir".
Italia venció
en la final 4 goles a 2 a los húngaros. Posteriormente el arquero húngaro Antal
Szabó dijo: "Nunca me sentí tan
feliz luego de una derrota. Con los 4 goles que me hicieron salvé la vida de 11
seres humanos. Me contaron antes de empezar el partido que los italianos habían
recibido un telegrama de Mussolini que decía: "Vencer o Morir".
Ganaron".
El año de
1969, en la eliminatoria rumbo al mundial de México 1970, se dio el
enfrentamiento de la selección de El Salvador contra la selección de Honduras,
enfrentamiento que fue la antesala del choque militar que ambos vivirían poco
tiempo después y que el periodista polaco Ryszard Kapuscinski bautizó como la
guerra del fútbol.
El año de
1970 Brasil se corona campeón del mundo 4 goles a 1 en contra de Italia, siendo
conocido el cuarto gol anotado por el capitán de la selección brasileña Carlos
Alberto como el “Gol del Presidente”, ya que el entonces presidente de Brasil
Emilio Garrastazu Médici (tercer presidente del régimen militar instaurado
después del golpe de estado de 1964) predijo dicho resultado.
El año de
1978 Argentina sale campeón del mundial celebrado en su tierra, bajo una
dictadura militar que duro del año de 1976 al año de 1983, escuchemos a uno de
los presos de la dictadura:
"Todos los presos políticos,
los perseguidos, los torturados y los familiares de los desaparecidos estábamos
esperando que Menotti dijera algo, que tuviera un gesto solidario, pero no dijo
nada. Fue doloroso y muy jodido de su parte. Él también estaba haciendo
política con su silencio." Quien formula el cargo es Adolfo Pérez
Esquivel, Premio Nobel de la Paz en 1980, que logró salir de la Unidad 9 de La
Plata gracias a la presión internacional, el 23 de junio de 1978, dos días
antes de la final. De su cautiverio recuerda el nudo de una contradicción para
muchos incomprensible: "En la cárcel, como los guardias también querían
escuchar los partidos, el relato radial nos llegaba por altoparlantes. Era
extraño, pero en un grito de gol nos uníamos los guardias y los prisioneros. Me
da la sensación de que en ese momento, por encima de la situación que vivíamos,
estaba el sentimiento por Argentina."
En el
mundial de 1986 se enfrentaron la selección de Argentina y la selección de
Inglaterra, en uno de los partidos más recordados de la historia de los
mundiales, tanto por los dos goles argentinos, como también por el morbo que
rodeaba el enfrentamiento de dichas selecciones, ya que ambos países apenas en
el año de 1982 se habían enfrentado militarmente en la llamada “Guerra de Las
Malvinas”.
Estas son
algunas de las historias que ligan al futbol y las cuestiones políticas tanto
nacionales como internacionales.
He querido
dejar para el final unas de las historias que en lo personal me han resultado
más impactantes, la primera se da el año de 1936. Cuenta Eduardo Galeano que en
el marco de los juegos olímpicos celebrados en Berlín, se enfrentaron las
selecciones de Perú y Austria con la presencia en los palcos de honor de Adolfo
Hitler, ganando Perú 4 goles a 2 a Austria, pese a que el árbitro le anulo 3
goles a Perú, con una delantera conocida como “El Rodillo Negro” (por el color
de piel de sus jugadores), causando la ira de el Führer. Los Directivos y
organizadores de las olimpiadas esa misma noche anularon el partido, por lo
cual la delegación peruana se retiró de los juegos olímpicos, y a la postre
Austria se quedaría con la medalla de plata.
El año de
1942 se jugo un partido que se conocería como el “Partido de la Muerte”, en el
cual la Selección Nacional de la Wehrmacht (Fuerza de Defensa o Fuerzas Armadas
Unificadas de la Alemania Nazi) se enfrentó a un grupo de prisioneros
ucranianos que habían formado un equipo llamado FC Start, el cual estaba
conformado en su mayoría por jugadores del Dinamo de Kiev, ganando estos
últimos el partido 3 goles a 1. Pese a la advertencia hecha por un oficial
Alemán de que “los alemanes jamás habían perdido un partido en un territorio
ocupado”. Esta victoria le costo la tortura y la vida a muchos de los jugadores
ucranianos.
Y la
historia que me ha resultado más impactante se da el año de 1950, en el marco
del famoso “Maracanazo”, y su protagonista es Moacir Barbosa Nascimento.
Pero antes
de proseguir, ¿saben de qué color era el uniforme de Brasil cuando jugo la
final de 1950?.
Barbosa era
el portero titular de la selección brasileña que cayó ante Uruguay 2 goles a 1.
Es decir, él fue el arquero que recibió el gol que anoto el uruguayo Alcides
Edgardo Ghiggia, gol que sellaría la victoria uruguaya y que marcaría el resto
de su vida a Barbosa.
¿Por qué la
historia de Barbosa me ha impactado de manera especial? Considero que es,
porque refleja una crueldad miserable y estúpida de las personas hacía un
individuo y un momento en el que fincaron sus sueños egoístas de grandeza que
resultaron fallidos. Y me impacta también por la fina línea que cambia
completamente la vida de los hombres, un segundo que se hubiera lanzado antes,
un centímetro que se hubiera lanzado más, ¡un hoyo!, ¡una hormiga! que se
hubiera atravesado entre él y el balón ¡POR EL AMOR DE DIOS!, y el hubiera sido
un héroe, pero ¡NO! …, en cambio de eso:
"Llegué a tocarla y creí que la
había desviado al tiro de esquina, pero escuché el silencio del estadio y me
tuve que armar de valor para mirar hacia atrás. Cuando me di cuenta de que la
pelota estaba dentro del arco, un frío paralizante recorrió todo mi cuerpo y
sentí de inmediato la mirada de todo el estadio sobre mí". Esas son palabras del propio
portero, que pareció darse cuenta de inmediato todo lo que estaba por vivir. "La mirada de todo el estadio sobre
mí", esa fue su sensación en la cancha, la misma que vivió en las
calles durante el resto de su existencia”.
Barbosa
tuvo que aguantar el resto de su vida como la gente le ignoraba, le daba la
espalda e incluso le despreciaba por la calle. “Mira hijo, ése es el hombre que hizo llorar a todo Brasil”, le
llegó a decir una mujer a su hijo señalando a Barbosa en un mercado de Río,
treinta años después del "Maracanazo".
En 1993 se
dice que Mario “Lobo” Zagallo ordeno se le impidiera entrar a ver la selección
que se preparaba para el mundial de 1994, cuando Barbosa quiso visitarlos para
desearles suerte “Ese hombre trae la mala
suerte" dijeron …, ¡Él ya estaba acostumbrado al desprecio!.
"En Brasil -dijo Barbosa- la
pena mayor por un crimen es de treinta años de cárcel. Hace 43 años que yo pago
por un crimen que no cometí."
Pero aún
muchos de los grandes vencedores han sido olvidados, ejemplo: Obdulio Varela,
Garrincha, etc.
El futbol
como hemos visto es más que un simple juego. Para mi ha sido parte de mi vida,
de hecho el primer libro que leí por mi propia voluntad integro se llama “La fiesta del Alarido y las Copas del
Mundo”, y fue un regalo que me hizo mi mamá cuando era chico y mi mundo era
el futbol.
Si ustedes
me preguntaran ¿cuál es el mejor partido de futbol que he visto? Les
respondería que es aquel en el que un grupo de personas se reúne a jugar por
jugar, en un parque, en la calle, en un baldío, donde no importa si los postes
son dos piedras y el balón un frutsi.
Si ustedes
me preguntaran ¿cuál es el mejor estadio que he visto? Les respondería que es
el campo que estaba detrás de la primaria en que estudie, y que para los que
jugábamos ahí, era más grande y majestuoso que el Maracaná, Wembley y el Azteca
juntos.
Si ustedes
me preguntaran ¿Cuáles son los mejores jugadores que he visto? Les diría que
son todos aquellos con los cuales he tenido el privilegio de jugar: Bernabé,
Irwing, Israel Igor, Carlos David, El Zorro, Enrique, Braulio, Miguel, Juan
Lucario, Abraham, Manuel, Ulises, Covarrubias, etc. Y recientemente el mejor de
todos definitivamente, él es espectacular en verdad, nunca le he podido ganar
ni un partido, ¡ni uno sólo!.
El futbol
si uno se da el tiempo de vivirlo y verlo detenidamente, es más que patear y
detener una pelota, el futbol es toda una historia.
Aaaahhhhhhh,
el color del uniforme de Brasil en 1950 era totalmente blanco con vivos azules
en las mangas y el cuello.
Es cuanto.